Mensajes cifrados de Ramiro Valdés

Por Pablo Alfonso

El comandante Ramiro Valdés no tiene suerte con sus discursos. Me refiero, en particular, a la poca acogida que reciben sus palabras en la prensa nacional.

“Ramirito” que fue el creador de los servicios cubanos de inteligencia debe saber cómo interpretar esa especie de marginación mediata. Y eso que estamos hablando del actual ministro de Informática y Comunicaciones; del dos veces Ministro del Interior, de uno de los tres llamados Comandantes históricos de la revolución.

Cuando se habla de Ramiro Valdés también se habla de represión, intrigas políticas, rejuegos de espías y cualquier otra cosa afín al llamado policía mayor de la dictadura.

El ejemplo más reciente de ese silencio que se hace en torno a sus discursos ocurrió hace apenas dos semanas. Valdés fue el orador principal en el acto conmemorativo de la llamada Batalla del Uvero, la primera escaramuza de las guerrillas de Castro contra un destartalado cuartelito de tablas en la Sierra Maestra y que hoy la historia de la revolución bautiza como “la principal fortificación de la dictadura de Batista” en esa región.

Historias aparte, Ramiro Valdés aprovechó su discurso para enviar algunos mensajes crípticos, al estilo de los espías.

“Fortalecernos internamente en la economía, en los dominios de la ciencia y la tecnología, en la conducción de los problemas sociales y la calidad de vida de nuestro pueblo, son tareas a las que tenemos que volcarnos con eficiencia creciente, si queremos que la revolución y el socialismo cubano sean realmente irreversibles, como esperan Fidel y Raúl (Castro)”, expresó Valdés en un discurso.

Dicho de otra manera si la situación económica no mejora, si los cubanos no dejan de vivir con tantos sobresaltos para llevar a su mesa “el pan nuestro de cada día”, es posible que el descontento popular le ponga fin al experimento de la dictadura socialista.

“Nos enfrentamos a situaciones complejas que no podemos en modo alguno subestimar”, señaló Valdés. “Una situación prolongada de crisis como la que estamos enfrentando no sólo deja su huella en las carencias materiales acumuladas, sino también en la moral y en los valores de la sociedad”, señaló al aludir el impacto del colapso económico de los 90, luego del hundimiento de la Unión Soviética.

La reseña de su discurso apareció publicada en el diario La Jornada de México, cuyo corresponsal en La Habana, de alguna forma pudo conseguir el texto de las palabras de Ramiro Valdés.

El diario mexicano dijo que en forma desacostumbrada, el orador se refirió a una “crisis”, en lugar de “periodo especial”, como habitualmente se llama en el lenguaje oficial a la depresión de la década pasada.

“Es más duro restablecer que construir”, dijo Valdés. “La lucha por el orden y la disciplina, por los valores del trabajo y por los valores de lo que cada cual es y no de lo que cada cual tiene, es quizá la prioridad más alta que hoy tenemos los revolucionarios”, añadió en alusiones a la caída en el nivel de vida, el desinterés en el trabajo formal y la desigualdad social, fenómenos heredados de la crisis.

No hay duda de que esas palabras de Ramiro Valdés encierran un mensaje. La incógnita es hacia quién o hacia quienes está dirigido. En todo caso es un mensaje más claro que el de principios de año cuando calificó al general Raúl Castro de “fiel Cancerbero de la revolución”.

Por el momento hay que seguir poniendo atención a las palabras de “Ramirito” y buscar sus discursos en la prensa internacional, hasta que se levante la aparente censura que tienen en la prensa nacional.

Cuba por dentro, 13 de junio del 2007

Recibido por mur
Cortesia de Mario Byrne

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