Atención: a la diáspora

por Carlos Wotzkow

Atención: a la diáspora

Advertencia: este artículo es sólo para algunos cubanos: los pésimos dependientes del Versailles, los subscriptores del Nuevo Herald, los lectores a escondidas del Gramna, los televidentes boquiabiertos con las “revelaciones nunca antes reveladas” de Oscar Haza, y los creyentes de que en Cuba hay una disidencia heroica. A los sándwicheros del Lario’s no, porque son buena gente.

Si José Martí fuera hoy un disidente del régimen de Castro y estuviera en Cuba, YO, este que está aquí, no creería en él. Para entender mi manera de pensar no hay que ser un exiliado de los de antes, ni mucho menos gozar de un documento que lo reconozca a uno como refugiado político. No, para entender este artículo hay que ser simplemente cubano, haberse janeado algunos años en aquella candonga de conspiraciones y traiciones, y tener un poquito, sólo un poquito, de espíritu de análisis y vergüenza.

De la misma manera que los grandes intelectuales le han vendido y le venden su pluma al diablo (hablo de Castro), así mismo se la venden al empresario más a mano apenas llegan al exilio. No es una sorpresa amigos, es una característica del ser humano. Mañana verán que aquél que en Cuba combatía a los españoles y su turismo sexual, hoy tal vez, le dé por defender los derechos de sus empresarios en Bolivia. Si intentas vivir de tu pluma, es decir, si los frijoles de tus hijos, o tus escasos contratos, dependen sólo de tus letras, no eres un escritor libre y puede que mañana le saques un poema al viejito de Fidel.

Pues eso mismo ocurre con la disidencia. Si no estuviste en la clandestinidad, si no se te ocurrió sabotear aquello sólo y sin testigos, si mandaste tu reporte firmado hacia el exilio para demostrar que tú sí que no tienes miedo, estás jodido. Cada cual puede creer en quién quiera. Lo que no debe uno es intentar convencer a nadie (al menos no a mí) de que un disidente en Cuba tiene margen para ser coherente con sus principios, con su lucha, y sobre todo, con la evolución que se produce en el exilio que, al final de la historia, es el cordón umbilical que le hace llegar aire a sus bolsillos. Perdón, quise decir a su cerebro.

¿Me siguen? Imaginemos un caso, ¡que es real!

Imagínese que usted ha caído preso en Cuba por tener desavenencias con el gobierno (según mis fuentes, más del 42 % de los detenidos se raja al segundo día y le juran al instructor de los interrogatorios que lo único que querían era ganarse la pira pa’ Mayami. De esta cifra, los “disidentes” de Pinar del Río y de Isla de Pinos están a la vanguardia). Imagínese que además, usted no es del grupo de los 75. O sea, de ese grupo en el cual los hubo que aceptaron públicamente ser mercenarios pagados por la USIA y luego le rogaban una visa a los americanos.

Imagínese que usted es de los presos duros. De los más co… que ha dado Cuba. ¡Sin discusión, Maceo era una pulga al lado suyo! Pues bien, ¿qué se hace usted cuando el oficial del MININT le pone a su hija adolescente frente a un inmenso negro con el miembro erecto y le dice: “por ahora ella sólo lo ve, pero si tu no cooperas, entonces hasta tu lo sentirás”? ¿Qué hace usted? ¿Coopera, o dejas que a tu hija la viole un energúmeno, que a lo mejor es otro preso, que quizás no tiene conciencia de lo que hace, y que a lo mejor está enfermo de SIDA y jamás pagará por sus actos?

¡Díganme recoño! ¡No se me queden callados! Déjense de “mari… nerías” y digan qué ustedes harían. ¿Demostraría usted que es “duro”… y además un tremendo hijo de puta que no protegió a su hija? ¿Entienden ahora y de una vez por todas por qué es que YO no creo en ningún disidente? No se trata de que yo tenga algo personal en contra de algunos a los que en mis artículos menciono. Se trata de que por lógica, conociendo como conozco la maquinaria represiva en Cuba, les aseguro que al final, todos son comprables. ¿Es por eso que ustedes me acusan de ser un tonto que ayuda a Castro al cuestionar la honorabilidad de algunos disidentes?

Ahora bien, no voy a hablar aquí de esos descarados que ganan premios y siguen trabajando para el G-2 en Cuba, o en el exilio. Esos son oportunistas o pendejos de nacimiento que, como Václac Havel, han cooperado y cooperarán siempre con cualquier autoridad que les intimide. Ellos saben que llegarán incluso más lejos. ¿Tuvo Havel problemas para ser considerado un héroe de la resistencia anticomunista y ocupar un cargo en el gobierno democrático? Et voila! Y sin embargo fue un cara-e-palo que llegó a informar a la seguridad checoslovaca en contra de sus propios camaradas. Ya verán que en un futuro no muy lejano tendremos en Cuba senadores poetas.

Como en la época de Hilarión Cabrizas, aunque no tan buenos.

Miren, esos que me leen y lo hacen tan mal, debieran entender que la luna que les señalo no está en la punta del dedo. Deben comprender que yo no tengo nada personal contra ninguno de esos compatriotas que están en Cuba haciendo las imbecilidades (así de claro) que yo nunca hice. Menos, si no les conozco y además están presos. Pero, ¿es que acaso hay que hacer tanto comunicado para acabar con Castro? ¿Cómo?, perdón, no les escuché. ¿Que usted es periodista y no le gusta el sabotaje? Está bien, cada cual con su método de lucha, pero entonces ¿por qué tanto nombrecito, o es que usted nadie le ha enseñado lo que es un pseudónimo?

Mire, si el cubano es capaz de navegar el Estrecho de la Florida en un camión flotante, cómo no va ser capaz de firmar como yo lo hacía en la escuela*. Y no me digan que es el exilio el que les pide que se inmolen. Reconozcan, aunque sea por una puñetera vez, que son muchos los que están ávidos de historia. No se imagina el lector las veces que yo he intentado explicarme este proceder tan absurdo como idiota. No se imaginan tampoco, cuántas páginas me censuran porque el exilio se ha llenado de vacas sagradas y ellos no quieren líos con quien mañana pudiera darles leche. Menos pueden imaginarse cuántos me censuran porque en un momento dado he abogado por defender un nombre que no era del agrado.

¿Saben una cosa?, ambos webmasters merecen el premio de San Expedito; que en Santiago de Cuba era del tamaño de un mojón de la carretera central, y en La Habana apenas del tamaño del dedo medio de mi mano, exhibido en solitario. Me importa un rábano cuántos me publican y cuántos dejan de publicarme. ¿Saben por qué? Pues porque si me interesara imponer mi criterio estaría en la cola de la piñata, hubiera abierto una página de Internet propia, aparecería en la TV de Miami a cada rato, y hubiera inundado de Blogs el ciberespacio mundial.

Así que la plaza vacante de concejal que me habían prometido en Taco Taco tendrá que esperar, o seguir eternamente vacía. Métansela por los ojales del zapato. Pero coño, aprendan de una vez por todas que no todos somos valientes, como los disidentes. Aprendan de una vez por todas que no todos queremos levantar la mano unánimemente, que no todos queremos tener héroes más allá de nuestros hijos. Aprendan de una vez por todas que aquellos que especulan sobre la salud de Fidel, o el gobierno de Raúl en el canal 21, 31, 41 y 51 de Mayami son todos uno parlanchines. Lo mismo todos esos cubanólogos de Radio y TV Martí, con o sin conflictos de intereses.

Miren, en estos momentos en Cuba hay miembros del MININT que se juegan su vida mandando información al exilio. Esos, tienen 100 veces más co… y capacidad de daño al régimen, que los que tanto lloriquean en sus comunicados. En estos mismos instantes, hay miembros de la inteligencia cubana (no ex-disidentes que lloran porque no pueden cobrar un cheque en la Western Union) que confían más en mí, que en esos panelistas de renombre y buenos modales de TV Martí. En estos momentos, acaba de confirmarse que Raúl y Furry han tenido una reunión en la que las órdenes son meter una presión enorme sobre la llamada disidencia con el fin de desmoralizarla públicamente.

En este momento, sólo en este momento, hay en Cuba, operando para el departamento 21, una plantilla de 3’900 agentes profesionales (2’500 destinados a provincias y 1’400 a Ciudad Habana) dedicados únicamente a la lucha contra la disidencia interna. De esa reunión sólo puedo decir (porque no sé más) que la nómina se ha incrementado en un 20% y que en ella han resuelto el problema del transporte para mover a las brigadas de respuesta rápida de manera expedita y coordinada hacia cualquier punto de la capital. ¿Boberías no? Pero no, aquí en el exilio estamos demasiado preocupados por quedar bien con los despedidos y con los despedidotes del Miami Herald…. por si las moscas.

Lo que me jode sin embargo, es que esta información no me ha llegado a mí sólo en el exilio. Lo que me encabrita, es que estos televisados “expertos” saben que Raúl no va a permitir otro “maleconazo” y todavía lo llaman “moderado” y ¿pragmático?. En ese sentido, le doy toda la razón al Bodyguard. Pero lo que más me jeringa la existencia es que después de los NOAL, la cosa se va a poner peor y los que están advertidos de la aplanadora que ya se viene encima no dicen nada. En cuanto a las damas de blanco, protagonistas “maltratadas” en mi artículo de ayer, sólo agregar que las mejoras carcelarias de todos los familiares son negociables. Con la cooperación de ellas, claro está.

Y entiendan, no las culpo, mucho menos las juzgo. Pero exijo que no me hagan como Payá nos hizo cuando acusó a la otra Mariana de la asamblea. Espero que ahora sí tengan pruebas y me digan quién en este exilio está vendiendo propaganda a costa de su sufrimiento. Porque lo único que yo sé, es que hay una partida de guanajos que desde hace varios años me llenan el buzón del e-mail con sus cotidianos lloriqueos. ¿Son ellos los que venden sus sufrimientos? Si son ellos, hay que decirles “basta”, que ustedes saben arreglárselas solas, sin tanta vitrina de lujo. ¿O no? Capaz que hasta crean que por la distribución de sus llantos el webmaster se enriquece.

Ven, no soy tan malo como parezco, sólo que tampoco soy tan cretino como otros quisieran. Lean ustedes lo que dice una fuente desde la isla: “si les permiten su teatro es para dar la impresión que existe un margen de tolerancia, pero desde el momento que la cosa se pone seria, se les acaban los espacios de libertad. Mientras que desfilen comiendo mierda por la Quinta Avenida no hay problema,...” Otra agrega: varios de los liberados del grupito de los 75 están filmados (algunos incluso en un confesionario), y por eso no responden cada vez que alguien los cuquea. Están apendejados porque saben que un día todos verán sus patas cojas”

Y ¿cómo no van a estar callados si en Europa, cuanta jinetera o pinguero viva, tiene que colaborar de una manera u otra con la embajada local? ¿Creen ustedes que me da risa, o que me alegro? Pues ¡NO! No le deseo a nadie semejante canallada. Ya creo que tienen suficiente con haber aceptado ciertas humillaciones para poder abandonar a su país como si hacerlo fuese un premio. Más lo único que pido de todos ellos es un poco de pudor, un poco de compostura, algo más de dignidad y un mayor respeto para los que no nos tragamos sus embustes. Por suerte, aquello se está desmoronando, el régimen se va a bolina y Raúl tiene más problemas de los que el mismo exilio cree no tener.

Carlos Wotzkow
Bienne, Septiembre 18, 2006

En la escuela, desde sexto grado hasta mis estudios de veterinaria, yo firmaba para todos los trabajos voluntarios y actividades revolucionarias, sólo que ponía el nombre de mis personajes cómicos favoritos y después no iba.

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