Cuba, España y los Estados Unidos | Organización Auténtica | Política Exterior de la O/A | Temas Auténticos | Líderes Auténticos | Figuras del Autenticismo | Símbolos de la Patria | Nuestros Próceres | Martirologio |
Presidio Político de Cuba Comunista | Costumbres Comunistas | Temática Cubana | Brigada 2506 | La Iglesia | Cuba y el Terrorismo | Cuba - Inteligencia y Espionaje | Cuba y Venezuela | Clandestinidad | United States Politics | Honduras vs. Marxismo | Bibliografía | Puentes Electrónicos |
"Metamorfosis de los Cubanos de Miami"
Por Luis González-Lalondry
En 1964 y 1965, en los grandes salones del Manhattan Center y en el famoso Palm Garden de Nueva York, cuando los cubanos nos reuníamos para hablar de Cuba y denunciar los crímenes, los asesinatos y la tiranía de Fidel Castro, cada vez que me invitaban a la tribuna para contar mi experiencia en Bahía de Cochinos y analizar el tema de la lucha por la libertad de Cuba, siempre tenía una advertencia que hacerle a mis compatriotas, que después con el curso de los años he repetido muchas veces más.
"Si los cubanos en vez de haber venido a los Estados Unidos, un país capitalista y lleno de dinero, de grandes placeres y un futuro esplendoroso, hubiéramos pedido asilo político en el Perú, Ecuador, Bolivia o Brasil y hubiéramos ido a refugiarnos al Matto Grosso, o a las selvas amazónicas, nada hubiera evitado que regresáramos en masa a pelear con "palos y piedras", como decía Maceo, para derrocar al tirano. Y lo más seguro que lo hubiéramos logrado. Simplemente porque en esas latitudes no había un futuro mejor, ni poder económico, ni una vida muelle, ni las oportunidades que los cubanos hemos encontrado en esta sociedad plutocrática norteamericana". Y el tiempo nos ha dado la razón.
Casi dos millones de cubanos hemos salido de Cuba desde el primero de enero de 1959, desde Camarioca, pasando por el Mariel y la crisis de los balseros, siempre rumbo a Miami, como si fuera la tierra prometida y sólo un grupo de valientes lo hicieron para regresar a combatir por Cuba y por su libertad. Estas excepciones dan fe de esta verdad histórica. En primer lugar, la expedición dirigida por Armentino Feria y sus hombres, que desembarcaron por Baracoa en septiembre de 1960, luego la invasión armada de la Brigada 2506 en Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961, el único intento serio por derrocar al tirano y la única vez que Cuba pudo ser libre, después el esfuerzo heroico del desembarco de Vicente Méndez y los hombres de Alpha 66, también por Baracoa, en la costa norte de la provincia de Oriente y finalmente la incursión del grupo comandado por Eloy Gutiérrez Menoyo, cuando no aspiraba a un cambio con la complicidad de Castro.
Hubo otros esfuerzos, todos realizados por infiltraciones de cubanos exiliados, que ya estaban en tierras de libertad, que vivían en Miami, en Puerto Rico, en Nueva York o en New Jersey, pero que habían jurado regresar para combatir con las armas y derrocar al tirano y cumplieron su palabra y algunos murieron en el empeño. Hay que reconocerlo.
¿Pero qué ha pasado con los cubanos en 47 años? ¿Por qué ese régimen despótico y brutal ha logrado mantenerse tantos años en el poder? ¿Por qué los cubanos que vinieron después y los que llegan ahora lo hacen sólo buscando una vida mejor? ¿Les habrá trasplantado el alma el régimen opresor? ¿O quizás los dólares, el carro del año, el televisor a colores, la vida placentera, la casa con piscina, pueden más que la patria, libre de Fidel, de su hermano Raúl, del comunismo, de la libreta, del Combinado del Este, de la Seguridad del Estado, de las brigadas de respuesta rápida y de ese régimen opresor?
Yo recuerdo en 1960 cuando los hombres que venían de Cuba, lo primero que preguntaban era, dónde podían comprarse un fusil. Luego, los fines de semana los pantanos de los Everglades se llenaban de patriotas preparándose para combatir la tiranía. Después, en cualquier patio de cualquier casa en Miami, había un campo de entrenamiento o se reunían grupos para practicar arme y desarme de un fusil Garand, de una ametralladora Thompson, de una carabina M1, de un BAR, de una pistola 45, o se daban clases en el lanzamiento de granadas de mano y cómo quitarles la espoleta. Y los hombres y mujeres de aquella época compartían sus responsabilidades con Cuba, en las factorías de Hialeah, en los hoteles de Miami Beach y en las tomateras de Homestead. Hoy los exiliados regresan con la dignidad en el trasero, el "gusano" lleno de baratijas, la camarita al hombro y cargados con muchos dólares para el tirano.
Sin duda las cosas han cambiado. Miami la otrora capital del exilio, ahora es la capital de los espías, el centro de operaciones de la Red Avispa y de las Boinas Negras, la madriguera de los fidelistas reciclados, la ciudad donde se esconde la recua castrista, la cuna de los cederistas" --léase los CDR. Cualquiera de los matarifes de Castro, de sus familiares más allegados, de sus esbirros y secuaces acabados de llegar, son más importantes que el doctor Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, Guillermo Novo Sampol, Ernesto Díaz Rodríguez, Roberto Martín Pérez, Pedro Montey, Santiago Alvarez, Osvaldo Mitad, Luis Crespo, Héctor Fabián, Tony Calatayud, María Luisa Abreu, Luis Zúñiga, Alberto Hernández, Rolando Martínez, Dionisio Suárez y Silvia Iriondo.
Es más, hasta la radio y la televisión ha cambiado radicalmente en Miami. Con excepción de Radio Mambí, cuando usted mueve el dial, parece que ha sintonizado Radio Rebelde y solo escucha las melopeas en defensa de la "revolución", con el mismo lenguaje chabacano, grosero y vulgar de la radio de la Cuba actual y si sintoniza los canales de la televisión local, parece que estamos mirando los programas de Cubavisión nternacional, --con algunas poquísimas excepciones-- con los mismos comentaristas, los mismos locutores, los mismos artistas, los mismos comediantes indecentes, los mismos personajes y hasta los mismos agentes de la contrainteligencia castrista, que se atreven a declarar en el corazón de Miami, sin respeto por los fusilados de 47 años de historia y las 10,000 cruces del Tamiami Park, que el asesino Raúl Castro "es muy generoso y muy humano".
Miami ya no es la ciudad patriótica, combativa y muy cubana, de la época de Tony Cuesta, Herminio Díaz, Jorge Más Canosa, Manolo Artime, Tomás Cruz, Juan Pérez Franco, Ignacio Novo, Eugenio Peñalver, Evelio Duque, Andrés Nazario, Tony Varona, los médicos Juan B. Pulido y Diego Medina y de tantos combatientes que se han ido, pero que han escrito para la posteridad una historia de heroísmo y coraje en las calles y avenidas de esta ciudad en otra época heroica.
Y sinceramente, me espanta y me entristece esta realidad, porque quiere decir que la libertad de Cuba está mucho más lejos que la maldita sucesión, invento grotesco fraguado por Fidel Castro y su camarilla, para que en su lugar después que muera, continúe mandando en Cuba su hermano Raúl, el Partido Comunista y la recua de sinvergüenzas y granujas que con ellos, se han apoderado del país y de sus riquezas.
Indudablemente, Miami ha hecho historia y aunque los hombres y mujeres de mi generación --la heroica generación de los años 60-- no hemos podido aún acabar con el tirano, nadie puede negar que muchos han muerto en el empeño, han caido combatiendo, se han podrido en las ergástulas de la tiranía o caminan por las calles del destierro, aplastados por el peso de los años, pero todavía pensando en Cuba y luchando por su libertad.
POSTDATA: Luis González-Lalondry es periodista, combatiente de Bahía de Cochinos, ha escrito varios libros sobre Cuba y los cubanos y vive en Miami. E-mail: lugonez@bellsouth.net
Cuba, España y los Estados Unidos | Organización Auténtica | Política Exterior de la O/A | Temas Auténticos | Líderes Auténticos | Figuras del Autenticismo | Símbolos de la Patria | Nuestros Próceres | Martirologio |
Presidio Político de Cuba Comunista | Costumbres Comunistas | Temática Cubana | Brigada 2506 | La Iglesia | Cuba y el Terrorismo | Cuba - Inteligencia y Espionaje | Cuba y Venezuela | Clandestinidad | United States Politics | Honduras vs. Marxismo | Bibliografía | Puentes Electrónicos |
Organización Auténtica