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Nací el 1 de julio de 1936, en Ciego de Avila, Provincia de Camaguey, siendo el hijo meyor de seis hermanos, de los cuales cuatro son hembras y dos varones. Mi primera enseñanza fue en la escuela Jose de la Luz y Caballero, en Ciego de Avila; depués llegué hasta el Instituto de Segunda Enseñanza el cual tuve que dejar cuando estaba en cuarto año.
La situación política de mi país rompe muchos planes e ideas maravillosas que normalmente la juventud siempre tiene. Y yo fui uno de tantos que sus maravillosas ideas fueron mas tarde destruidas y que núnca llegaron a culminar. Tuve que abandonar los estudios y comencé a trabajar, pero matriculé por la noche contabilidad en la Escuela Superior de Comercio de Camaguey.
En Cuba en el año 1956, después de fracasar varios intentos de democratizar el gobierno en la Isla, se conspiraba donde quiera, honestamente yo también formé partido en aquella contienda del lado que me dictó la razón por lo menos así lo creí. Y llegó el año 1959, joven y oficial del naciente ejército rebelde, creí tener las puertas abiertas, para por medio de los libros encontrar un destino mejor. Yo creo que sí, que ese mejor destino lo hubiera podido encontrar. Quiero que se me entienda esto, yo procedo de una familia pobre, asistía a esas escuelas, y en contadas veces sólo había tomado por la mañana un poco de agua con azúcar caliente y un mendrugo de pan. Pero para encontrar ese destino mejor, tenía que vender mi alma al mismo diablo que aquí en la tierra son Castro y el comunismo.
Tan pronto me percaté de aquel engaño comencé la lucha y al final del año 1959, yo era un conspirador y al principio de 1960, estaba alzado en armas en las montañas del Escambray, formando fila en el Primer Frente Nacional del Escambray comandado por Sinesio Walsh Rios, quien fué fusilado, siendo yo su segundo al mando. El día 5 de octubre de 1960 fuí capturado y finalmente condenado a 30 años de privación de libertad y trabajos forzados a realizar en el presidio de Isla de Pinos. Estuve en prisión durante 28 años. En Cuba, todo el mundo tiene que cumplir 12 meses por cada año de condena, mientras que hay lugares donde solo se cumple un average de 9 meses por cada año de condena.
La vivencia es increíble en las prisiones comunistas, estos individuos trabajan no con antifaz, sino con sus propios rostros, rostros mas fríos que la propia muerte, porque cuando Ud. entra, se acabó su tranquilidad y la de sus familiares, ya que el acoso es durante las 24 horas del día, los 7 dias de la semana.
El caso era que quería vivir porque eran los años de la juventud, los años de las ilusiones, los años de la esperanza. Para los habitantes de el país que tengan la desgracia como yo de tener el sistema comunista como gobernante, yo creo que después de las experiencias vividas, es preferible que las lavas hirvientes de varios volcanes calcinen a sus habitantes antes de tener que soportar la dirección de ese sistema tan cruel y maligno.
En octubre de 1988 llegué al exilio, salí directamente de las prisiones del Combinado del Este para el aeropuerto, donde me entregaron a una funcionaria de la sección de Intereses de los EE. UU. En el corto tramo que separaba Cuba de la Florida mi mente pasó la vista rápida por los 28 años de prisión, cuántas prisiones pasamos, "el Nicho, el Batey de la Guardia, Topes de Collante (un hospital que convirtieron en prisión cerca de Santa Clara). Recuerdo cuando pasamos un par de días esperando para que se nos juzgara en la sala de teatro del Regimiento Leoncio Vidal de Santa Clara. De allí salimos para el Castillo del Príncipe, Isla de Pinos, el Cinco y Medio, la cárcel de Camaguey, Boniato, Guanajay y la Cabaña. Después de 15 años de prisión, pasé 105 días en el tenebroso Cuartel General de la Seguridad del Estado. De allí seguimos para La Cabaña nuevamente, el Combinado del Este y más tarde para Boniato. En esta ócasión fue cuando se instituyó el nombre del "Boniatico", donde estuvimos 8 años un grupo de presos (castigados) sin ver la luz del sol y al final, el Combinado del Este.
Llegué a Miami y despues me establecí definitivamente en los Angeles, California, donde comencé a militar en la Asociación LIPREPROC, una las asociaciones de que se compone la Federación de Ex Presos Políticos Cubanos. Estuve trabajando en esa asociación para tratar de recom-pensar en algo a aquellos hermanos, que como yo, veníamos a estas tierras con las manos vacías y para brindarles un poco de calor humano. El creador de esa asociación es el hermano Rene Cruz Cruz, un gran hombre.
Presidí LIPREPROC durante dos años, después fui delegado a la Federación Mundial de Presos Políticos Cubanos en California hasta que se me ordenó venir a vivir a Tampa, Florida, donde resido actualmente. El pasado enero de 1992, fuí elegido Presidente de la Federación.
Contar todos los atropellos y violaciones a los derechos individuales que ví durante mis largos años de prisión, seria pedirle demasiado a mi mente. El primer hombre que vi dejar morir en prisión por su enfermedad, fue un ex- capitán de la policía del régimen anterior llamado Manteira "El Gallego", como cariñosamente todo el mundo le llamaba. Su enfermedad no se cual fué, pues yo llevaba pocos dias en la Isla de Pinos. Pero sí vi como este hombre salía de este mundo hasta que murió con un inmenso sufrir y las autoridades no le brindaron ningún tipo de asistencia médica. Ese fue el primer contacto que tuve en lo que después sería mi diario que hacer de muchos años con la brutalidad desnuda. Fueron muchos los años y se me borran muchos nombres, aunque no los hechos. La soldadesca en la Isla de Pinos, los primeros años creian resolver todos los problemas a tiro limpio. El 15 de abril, en represalia porque un avión de los invasores de Playa Girón averió un barco de guerra en Isla de Pinos, esa soldadesca abrió fuego contra las circulares, lugar donde malvivían más de 5,000 hombres. Los heridos fueron bastantes, y dentro de ellos un joven matancero de apellido Rodriguez Gutiérrez, recibió el impacto de una bala debajo del ojo derecho, lo increible del caso es que no perdío la visión por completo, tampoco se le podía operar por el lugar donde se había alojado el proyectil. De vez en cuando este joven se quedaba ciego y perdía la movilidad del brazo derecho, porque hasta allí la bala había interesado. Dios quiera que este hermano haya podido resolver satisfactoriamente este problema.
El 25 de julio de 1961 ante la protesta de un gran número de prisioneros para que no se llevaran a cuatro compañeros presos para la celda de castigo, se originó una balacera contra las circulares, es decir, en los edificios donde nosotros vivíamos. En las circulares 1 y 2 se originó una balacera tal, que en muy pocos combates (de los que nosotros tuvimos) se han tirado tantos tiros como se dispararon aquella noche. La magnitud del tiroteo fue tan grande, que cuando pudieron apaciguar a aquellas bestias, el director del penal (en bata de casa) Julio Torrado, le dijo al mayor de la circular no. 1, que en aquellos momentos era el Comandante Félix Aspurúa Miñoso, que los muertos los dejara en el lugar donde habían caído y que se iba a proceder a curar los heridos. Hubo más de 100 heridos, Luis Rojas, fue uno de los heridos de más gravedad, así como el Dr. Pedraza, quien recibió tres impactos de balas bastante serios. Roja quedó cojo para siempre, menos mal que ha podido conservar la vida.
Se habla mucho de las torturas físicas, aunque todavía no se ha hablado lo suficiente, ni se podrá hablar jamás de tanta miseria humana, falta de hombria, falta de valor y la falta de sensibilidad en nuestros doctores. Quiero aunque sea una línea, hablar del caso de la dinamita y el TNT. Cuando comenzó la invasión de Girón, los comunistas llenaron el túnel de las circulares con dinamita, 4 o 5 meses después, sacaron esa dinamita y comenzaron a perforar los cimientos de aquellos enormes edificios circulares. A una distancia de 3 pies de uno a otro enterraban en los abiertos cimientos una barra que parecia un ladrillo de TNT con su detonador colocado. Sobre ese colchón de TNT listo para explotar, estuvimos más de 2 años.
La humanidad se habrá preguntado ¿cuantos hombres de los casi 6,000 que sufrimos la odisea todavía hoy, 30 años después continúan afectados de los nervios? La tortura es terriblemente mala, pero le dan al torturado un tiempo; pero esta tortura que fue de 24 horas diarias por más de dos años. Los tribunales comunistas echaban una cantidad de años. a cumplir y la coletilla era sanción que debían cumplir con trabajos forzados en el presidio de Isla de Pinos.
En el año 1964, después de haber algún ensayo, los rojos prepararon las condiciones de seguridad y pusieron en marcha el trabajo forzado bajo el nombre tétrico de "Plan Especial Camilo Cienfuegos" ( junio 1964 hasta marzo de 1967) casi 3 años, y la suerte fue que no llegó a los tres años. No hay palabra para describir tanta vileza, tanta canallada, tanto bochorno de una raza que dice llamarse humana. El Plan Camilo, según el pensar de los comunistas, sería la culminación de su obra en Cuba. Venciendo todo tipo de resistencia en aquellos famélico y atrevidos contrarrevolucionarios. Ellos estaban decididos a sangre y fuego terminaron con cualquier intento de resistencia, y con esa mentalidad comenzo el fatídico plan de trabajo forzado. Ernesto Diaz Madruga, fue el primer mártir del trabajo forzado. Julio Tan Texier, el chino Aquit Manrique, Luis Paulo y así la lista seria interminable. Estas bestias son los monstruos del siglo 20 a 90 millas de la nación mas poderosa del mundo. Ellas hicieron a hombres comer hierba, los sumergieron en aguas albañales, la bayoneta nos golpeaba duro y se golpeó con postes de cercas hasta que los huesos crujian para gozo de la enagenada soldadesca. Aquí no se puede mentar nombre ya que si se encuentran 10 expresos políticos o se reúnen, por lo menos 8 de ellos han sufrido golpizas. No es fácil llevar con orden tantas barbaridades, ya lo he dicho en otros momentos, tal parece que hasta la propia memoria hace un rechazo a tanta brutalidad.
El septiembre negro, en la cárcel de Guanajay, ha pasado al recuerdo de los presos que nos encontrábamos alli. Nos sacaban en pequeños grupos de 8 a 10 y nos ponían hasta 5 soldados para cada uno de nosotros y sobraban militares para quintuplicar esa cantidad. Desde que entrábamos al salón donde solían darnos la visita, aquello parecía un infierno. Waldo Muñoz fraga, Armando Young Martínez, Miguel Groero Morales, Heriberto Pérez Roque, ]osé Manuel del Pino Gonzilez, Miguel Cantón Gómez, ]osé Alfredo Mustelier Nuevo, Santamariá, Federico Rodríguez Avila, Gustavo Arece, Sergio Montes de Oca, René Cruz Cruz, Pedro Duarte Dadell, etc. la lista sería interminable de los que salieron con cabezas rotas, rostros chorreando sangre y muchos casos sin ceja nariz y boca rota, brazos descompuestos, clavícula, así como tobillos descompuestos, costillas rotas. Toda esta bestialidad fue motivada por negarnos a desnudarnos por completo a las tan a menudo requisas que la dirección del penal efectuaba.
La experiencia obtenida durante casi 20 años en las prisiones cubanas anti- comunistas, la quisieron poner a prueba con un grupo de 204 hombres en la prisión de Boniato, después, de los indultos de 1979. Estábampos alejados de nuestros familiares, a más de mil kilómetros de distancia, sin ropa, sin visita, sin asistencia médica, tapiados, con una plancha de acero de 1/4 de pulgada que obstruía por completo las ventanas y otra plancha similar en la puerta con pequeña abertura para que pudiera entrar un pequeño plato de aluminio donde nos servían los alimentos. Para los que habíamos padecido con antelación al famoso Boniatico, todo era pálido ante esta cruel realidad que nos vino encima, cuando ya prácticamente a la inmensa mayoría de los presos políticos de nuestra época los habían puesto en libertad mediante el indulto del famoso diálogo con la comunidad cubana del exterior. No se porque a mí se me ocurre pensar que nuestro traslado hacía Boniatico fue una aventura loca y descabellada de los rojos comunista. Nunca como antes los presos tuvimos que estar más unidos y ser más comprensivos los unos con los otros. Boniato fue donde pusieron en práctica un plan donde teníamos que ponernos de pie cuando venía el conteo de los reclusos. La negativa a tal medida no se hizo esperar, pero la contramedída tampoco. A las seis de la mañana y a las seis de la tarde, una compañia de militares dividida en tres grupos avanzaba hacia los pabellones donde se encontraban los revoltosos según ellos. Las actividades del hospital del penal se detenían para cualquier otro caso, esperandolos nuevos heridos por los golpes recibidos en el estómago que eran los mismos de la mañana o de la tarde anterior. etc., mientras dos o tres militares los sujetaban por los brazos y los otros los acribillaban a trompones, a palos, a cabillas hasta dejarles prácticamente durmiendo en el suelo.
Vi tantas cosas, hay tantas brutalidad que contar, que muchas veces nos da pena pensar esos monstruos estuvieron habitando calladamente bajo el mismo cielo, incluso bebiendo de nuestros mismos vasos. El cerebro se resiste a creer que fué verdad que a José Oscar Rodríguez Terreno, conocido por "Napoleoncito" le dieron un tiro porque un Cabo del bloque que se llamaba Edel le dió la gana de darle ese disparo, que a Juventino_Almeida_Avilez, le dieron plan de machete hasta que el pellejo le saltó como si fuera una fruta podrida, que Antonio Rodriguez Hurtado. más conocido por "Mil Pico", parecía una momia por la cantidad de esparadrapo que e pusieron por los muchos cortes de bayoneta, que le dieron en su cuerpo, que a Justo Amaro Balado, cariñosamente conocido por el Bombín Capitalino, también le hayan baleado porque el jefe de la brigada. lé dió la gana, así Elío Capote Corcho, también fue baleado por el cabo de su bloque llamado Charón. Este miserable estuvo en varias brigadas y tiene triste, reputación; jamás se me podrá olvidar cuando una mañana le dio planazos a Maximo Peláez_Zabala, un hombre mayor, de débil constitución física. Todavía me parece estar mirando aquel rostro con la mirada perdida y los puños cerrados cuando exclamó una maldición desde lo más hondo de su ser. Así malvivieron los presos políticos cubanos, practicamente hasta la recta final. Nos sacan de Boniatico, ya en aquellos momentos en Boniatico quedábamos 36 presos, y nos traen para el Combinado del Este, en La Habana, donde había casi 50 más o menos.
Un día Onofre Pérez, haciendo un huequito en el techo, porque tenía una gotera que caía sobre su cama, se encontró con un micrófono allí inscrustado. Aquello cayó como una bomba entre los presos. Menos mal que Ernesto Diaz Rodríguez, se puso rápidamente en contacto con un muchacho de este nuevo presidio político que pudo sacar con destino al entonces embajador Armando Valladares, dichos micrófonos, es decir, dos de los micrófonos que se encontraron porque fueron como 17. De no ser así la prueba no se hubiera podido mostrar. A los dos días nos anunciaron que nos iban a trasladar para un edificio número 3, cuarto piso, porque nosotros vivíamos en el edificio 1 . Ya ellos habían fracasado en tres requisas en días atrás tratando de encontrar los dichosos micrófonos y ahora con el plano ideal, ideado por ellos, consideraban que iba a dar sus frutos, y efectivamente los dió. En aquellos momentos quedábamos 39, y comenzó el traslado de aquellos 39 presos políticos.
A las cuatro de la tarde comenzó el traslado, la distancia a recorrer era aproximadamente 300 metros, teníamos que dejar todas nuestras propiedades para ser requisadas, éramos 39 y trajeron 6 autobuses para conducir a 39 reclusos para llevarlos al otro edificio. Desde que se vio esa cantidad de autobuses supimos que iba haber problemas, pero no sabíamos cómo se iba a presentar la cosa. Los autobuses mantenían una prudencial distancia uno de otro y también iba una patrulla militar. El primer autobús se detuvo en una entrada del costado que tiene el hospital del Combinado y sacaron al primer preso, este era Enrique Garcia Palomino, que trató de gritar algo pero los guardias se le echaron encima tapándole la boca y lo introdujeron en un auto que habia allí y lo llevaron para el edificio numero 3. ¿Cual era la intriga?, pues bien los micrófonos, había que evitar que uno solo de ellos pudiera llegar hasta los EE.UU. En el hospital los comunistas habilitaron 3 departamentos (cubiculos), en el número 1 , te revisaban la garganta, los oídos (los micrófonos cabían bien dentro de la oreja), terminada esta inspección pasabas al segundo cubículo que era de ortopedia, con el lío ver las manos, los sobacos, las corvas. En estos dos cubículos habían muchos militares, amén de los que habían en el presidio, pero donde sí se congregaron más militares fué en el salón de los rayos X, donde se llegaba al final de la soga y para hacer subir al preso sobre la mesa, tenían que usar la fuerza y la usaron. Era increíble la cantidad de guardias para mantener al recluso esperando el disparo de la placa. Cuando revelaban estas placas, si el tenía el micrófono o cualquier otra cosa debajo del testículo, le arrancaban el calzoncillo y lo que tenias tambien te lo quitaban. Onofre Pérez, Luis Zúñiga, Angel Luis Arguelles y dos mas que no recuerdo ahora, se tragaron los micrófonos que vieron en la radiografía. Allí había dos galones de aceite de ricino que le echaron en un vaso, pero como ellos no abrían la boca, hicieron tomar un poco pinchándoles las encías con un tenedor y le introdujeron una buena dosis de aceite de ricino. Después los metieron en un cuarto con más de 5 militares (en este cuarto no había baño y había que hacer las necesidades en el piso) y cuando llegó el momento los militares extraían de los desperdicios los famosos micrófonos.
Desde que llegamos al Combinado del Este el 10 de enero de 1977, procedentes de La Cabaña, siempre nos hicimos la idea que en el Combinado había escuchas, pero no había nada firme. Ahora con la feliz premura de Ernesto Diaz Madruga, el embajador Valladares, pudo demostrarle al mundo entero que Cuba no ha cumplido jamás con ninguno de los artículos de la Declaración de los Derechos Humanos.
El gobierno comunista de La Habana ha estado y aún lo hace, burlándose de todos los países y organismos que componen la Comisión de Derechos Humanos, pero lo más triste del caso es que sabemos perfectamente bien que todos esos gobiernos y organismos conocen bien esa burla y no hacen nada para evitarlo, y el monstruo sigue asesinando a derecha e izquierda sin ningún tipo de consideración.
La Federación Mundial de Ex-Presos Políticos Cubanos a través de su secretario Guillermo Estévez, en múltiples ocasiones ha estado brindando informes con testigos presenciales de diversos crímenes de lexa humanidad cometidos por el gobierno contra ciudadanos cubanos. También es bueno aclarar que son innumerables los casos en que nadie ha sobrevivido y que no ha quedado ni un solo testigo y las víctimas sólo aparecen con el nombre de "desaparecido". Los documentos enviados al relator para Cuba de los Derechos Humanos contienen muchos casos de esos "desaparecidos", aunque solo son aproximadamente el 15 por ciento de los crímenes cometidos.
FIN
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