Organizacion Autentica
El Autenticismo en Acción
Ing. José A. Adán.
La
inherente vocación democrática del Autenticismo se proyecta
más allá de los confines del Archipiélago Cubano; nunca le ha sido ajeno
la suerte de la democracia en el mundo.
Los gobiernos Auténticos dieron generoso asilo a los luchadores por la democracia en
países latinoamericanos. Un gran número de ellos llegaron a ser presidentes,
congresistas y ministros de sus pueblos. Dominicanos, venezolanos, peruanos, argentinos y
centroamericanos, encontraron un refugio seguro y contaron con toda clase de ayuda en su lucha
contra las tiranías que asolaban a sus patrias. Se ayudé, más allá
de" lo imaginable, a los dominicanos contra Trujillo. En Costa Rica,.el Presidente Calderón
Guardia intentó establecer una "cabeza de playa" para Moscú. La Legión
del Caribe, integrada en gran parte por. Auténticos ycomandada por el Dr. Eufemio
Fernández Ortega y el ex-Gral. Dominicano Ramirez, aplasté la intentona, salvé
la democracia en ese país y facilité la proyección del señor José
Figueres como. una figura democrática . Así mismo se disolvió el ejército
con lo que se aseguré la estabilidad política de esa nación, y que el Partido
Liberacién nacional haya podido gobernar sin grandes contratiempos. El Dr. Eufemio Fernández
Ortega fue fusilado por Castro años más tarde, no obstante las gestiones que para
salvarle la vida efectuara el Gral. Lázaro Cárdenas, ex-Presidente de México.
La intervención del Auténticismo en el conflicto costarricense hizo posible
que, después del fatídico lO de marzo de 1952, origen de todos los males 'que
en el presente aquejan al pueblo de Cuba, los que habían encontrado asilo en Cuba antes
de esa fecha, como Rómulo Betancourt, Rémulo Gallegos, Carlos Andrés
Pérez, Caldera, Juan Bosch y otros, pudieran refugiarse en Costa. Rica.
En este ya largo exilio, conversé muchas veces con el Presidente Carlos Prío
Socarrás sobre lo que siempre ha sido el propósito del
Autenticismo: Restaurar la democracia en Cuba. Procuré convencerle de
que escribiera sus memorias, pero el propósito quedó tronchado con su muerte.
Muchas cosas recuerdo de aquellas conversaciones, pero hay una a la que siempre he considerado
que influyó grandemente en nuestro destino como nación libre y soberana. Contaba
el Presidente Prio de su visita a Washington en Diciembre de 1948, que fue invitado por el
Presidente Truman y éste le envió el avión presidencial de los EE.UU.
para que se trasladara con su comitiva a la capital norteamericana. "Me preocupaba
sobremanera el sobrante de casi un millón de toneladas de azúcar, dijo el
Presidente Prio. "La zafra estaba al comenzar y, por supuesto que el precio mundial
se deprimiría", agregó. "Yo sabia", continué, "que
la Gran Bretaña estaba presionando a los Estados Unidos para que le enviara
alimentos, entre ellos, azúcar. Le indiqué a Hevia que tomara ese asunto como
el de mayor importancia en las conversaciones con la misión americana". Las
misiones hablaron y tomaron acuerdos de mutuo beneficios continué el Presidente Prio,
"pero nada se resolvió con respecto al sobrante azucarero;, como comprenderás,
para ml eso era un fracaso, yo no podía esperar que el pueblo cubano mantuviera el
mismo bienestar económico que le hablamos proporcionado los Auténticos, y el
precio de nuestro producto básico de exportación se venía abajo".
«El Presidente Truman, continué el Presidente Prío, como es costumbre, ofreció
una cena de gala en mi honor. Estábamos sentados uno junto al otro y conversábamos
de los enormes problemas que confrontaban los Estados Unidos con la post-guerra y el desafío
soviético. Aproveché una pausa, en la conversación, y le dije a Truman:
Presidente, la Gran Bretaña depende de usted para resolver su angustioso problema de
suministros, fundamentalmente de alimentos. Necesita azúcar y a Cuba le sobra. Con una
sola decisión suya usted resuelve dos grandes problemas. Cómprenos el sobrante de
azúcar que nos pesa mucho».
«El Presidente Truman me miró de hito en hito», continuó el Presidente
Prío, y me dice: «Bien, compraremos el azúcar cubano. Váyase tranquilo, que
así lo haremos». «Gracias, señor Presidente», dijo Prío, «pero
mucho le agradeceré que se lo diga ahora mismo a su Secretario de Agricultura y que éste
lo informe enseguida a los periodistas que aquí se encuentran».
«Truman volvió a mirarme, llamó a un ayudante y éste fue donde el
Secretario de Agricultura de los Estados Unidos se encontraba. En breve tiempo vi como este
cumplimentaba la orden presidencial»
La actuación del Presidente Prio en esa cena de gala en diciembre de 1948 le ganó
el respeto del Presidente Truman. Esto se puede colegir por lo que sigue.
La United Fruit Co. y sus servidores en las esferas federales, trazaron el derrocamiento del
presidente revolucionario de Guatemala, Juan José Arévalo. Cuando los
interesados solicitaron la autorización del Presidente Truman, este llamó al
Presidente Prío para informarle' de lo pedido y conocer su opinión. El Presidente Prio le
pidió una tregua de 48 horas para ir a Guatemala e investigar. Así se acordé.
Prio viajé a Guatemala, obtuvo todas las informaciones necesarias, y le informó
al Presidente Truman, diciéndole: "Presidente, Arévalo está realizando
en Guatemala lo que los Auténticos hicimos en Cuba en 1933. Allí no hay nada de
comunismo.
Esta acción de los dos presidentes salvé la incipiente democracia en la tierra
del Quetzal. Años más tarde, previo el asesinato del Cnel. Araña, Jacobo Arbenz
la traicionaría. Los factores del gobierno de los EE.UU. que conocían de la
conspiración que produjo el nefasto golpe de estado del lO de marzo de 1952, origen de
todos los males que desde entonces viene sufriendo nuestro pueblo, no informaron al Presidente
Truman de lo que se tramaba. Este fue informado después que el Presidente Prio se habla
asilado en la Embajada de México. El Embajador de los EE.UU. en La Habana, Mr. Beaulac,
solicitó el inmediato reconocimiento de Batista ,
pero el Presidente Truman lo demoró hasta que ya no le
fue posible resistir por más tiempo las presiones interesadas.
En diciembre de 1951, dada la sana política fiscal del Autenticismo, las reservas
monetarias internacionales de Cuba ascendían a $569.7 millones de dólares (oro
y cambio extranjero). En diciembre de 1958 esas divisas habían descendido a $84.4 millones de
dólares. Es de señalar que durante los siete años de la tiranía de Batista
el comercio exterior de Cuba le fue favorable en $422 millones de dólares, así que
las divisas debían de ser el 31 de diciembre de 1958 de 991. millones de dólares.
Sin embargo, estas sólo ascendían a 84.4 millones de dólares, lo que nos dice
que en números redondos, la República había perdido $907 millones de
dólares. Es decir, que además de la destrucción de la República,
Batista y sus cómplices le robaron al pueblo de Cuba esa suma de dinero.
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