EL MAINE
Por Ing. José A. Adán
Ancló en la Bahía de
La Habana, en la boya Nº 4 el 25 de enero de 1898. Volado en dicha Bahía el
15 de febrero de 1898.
U.S.S. Maine,
acorazado de segunda clase. Dimensiones: A lo largo de la línea de flotación,
318', manga 57', calado 21.5', desplazamiento 6,648 toneladas. máquinas de
9,000 caballos de fuerza, autonomía 7,000 millas a 10 nudos por hora, coraza
de 18" de espesor. Armamento: Batería principal 4 cañones de 10"
montados en pares en dos torretas, 6 cañones de 6" montados dos en proa
y popa y en la superestructura de la cubierta principal cubierta en el
centro. 8 cañones de 7 libras y 4 ametralladoras, 7 tubos lanza torpedos y 2
botes torpederas de 30" c/u. Costó US$ 2,484,503, botado en el astillero
de Brooklyn el 18 de noviembre de 1890. Dotación 378 marineros, 40 infantes
de marina y oficiales.
El 24 de febrero de
1895 se inició la última guerra por la independencia de Cuba. El Capitán
General español, Arsenio Martínez Campos fracasó en su intento de vencer a
los cubanos, incapaz de ordenar una guerra de exterminio recomendó se le
sustituyera por el General Valeriano Weyler y Nicolau, Marqués de Tenerife.
Weyler se hizo cargo del mando en la Isla el 10 de febrero de 1896.
Al inicio de la
guerra España tenía en Cuba un ejército de 20,000 hombres. Al tomar el mando
Weyler contaba con 200,000 hombres, de los cuales 80,000 eran voluntarios,
españoles y criollos, en tanto que las fuerzas cubanas no pasaban de 30,000.
Según
la prensa madrileña, el ejército regular español contaba en esa fecha con 40
generales, 562 oficiales de línea, 4,768 jefes de compañía, 3,396 sargentos y
112,560 cabos y soldados. Sin referirse a la artillería ni a las fuerzas
navales, tenían 70,328 fusiles Mauser, y 79,639 Remington, para los cuales se
enviaron hasta esa fecha 62 millones de tiros.
Al hacerse cargo del
mando Weyler decretó la guerra total Inició el primer genocidio conocido.
Deliberadamente intentó destruir a la nación cubana. Para ello tuvo la ayuda
irrestricta de los españoles residentes en la Isla, enriquecidos con los
despojos del patriciado criollo durante la Guerra del 68-78.
Weyler, desde los
tiempos del 68, gustaba de las milicias de pardos y morenos(mulatos y
negros), de tal modo que su "guardia de corps" era totalmente
integrada por ese elemento. Las "guerrillas" que se organizaron
para combatir a los cubanos, desde los tiempos del 68, estaban integradas en
gran parte por negros y mulatos. Estos servidores de España eran despiadados,
asesinaban a mujeres, niños y ancianos, de allí que el Ejército Libertador no
tenía misericordia para ellos. Así el General Antonio Maceo, como los demás
jefes, ordenaron que no se les fusilara o ahorcara, sino que se le
macheteara. No obstante su satánico proceder eran sujetos de tenacidad y
valor, una de las pocas derrotas sufrida por Maceo en Pinar del Río fue la de
Consolación del Sur, debido a que los que se enfrentaron a los cubanos eran
los batallones de ¨!pardos y morenos, conocidos como los "Tiradores de
Weyler".
Weyler no pudo vencer
a los cubanos, le entregó el mando al General Blanco y un ejército de 250,000
hombres. España había perdido 120 mil efectivos, en gran medida debido a
enfermedades y la mala alimentación. El pueblo de Cuba perdió 250 mil
habitantes. Weyler regresó a España con 600 mil pesos oro, no obstante ser su
salario, durante su total mandato, de 80 mil duros.
El genocidio
weyleriano forzó a los EE.UU. a demandar de España la salida de Weyler y que
se tomaran medidas que produjeran la concordia y la paz en la Isla. La
sustitución del genocida provocó la ira de sus seguidores, civiles y
militares. Al grito de "Viva Weyler, mueran los Estados Unidos y la
Autonomía" tomaron las calles de las ciudades.
El genocidio
weyleriano forzó a los EE.UU. a demandar de España la salida de Weyler y que
se tomaran medidas que produjeran la concordia y la paz en la Isla.
Los presidentes de
los Estados Unidos, desde Jefferson, no antagonizaron a España y esperaban
que la decadencia de la misma maduraría la fruta imperial, que esperaban, por
gravitación geopolítica cayera en sus manos. De allí que aconsejaran y
presionaran a la monarquía madrileña, para que ésta tomara medidas que
condujeran a la paz en la Isla; pero que los cubanos no alcanzaran su
independencia.
La independencia de
Cuba produciría la caída de la Monarquía borbónica, ésta no podía explicarle
al pueblo español el gasto inútil de 250 mil bajas, el endeudamiento del
reino, y con todo ese sacrificio no pudieran derrotar a 30 mil mambises.
A principios de 1897,
el órgano del Partido Republicano de Madrid "El País", se expresó
como sigue: " La guerra es la única solución que prolongará los días de
la agonizante monarquía"..."Caer en Cuba es caer con toda la
ignomia de Sedan; caer ante los Estados Unidos es caer con toda la gloria de
Waterloo."
Los republicanos
españoles, tan integristas como los monárquicos, preferían la pérdida del
resto de su imperio, que reconocer el derecho de los cubanos a ser libres e
independientes. Sin embargo, había otros españoles que creía que España podía
derrotar a los Estados Unidos.
La sustitución del
genocida Weyler, con el propósito de evitar el desastre, provocó la ira de
sus seguidores, civiles y militares, en Cuba y en la Península. . Al grito de
"Viva Weyler, mueran los Estados Unidos y la Autonomía" tomaron las
calles de las ciudades. Hubo que poner guardias para proteger a los consulados
de los Estados Unidos.
Para los españoles en Cuba el genocidio cubano era visto con alegría. Fervorosamente apoyaron a Weyler. Léase el extracto de la carta que la Madre Superiora del Convento del Sagrado Corazón, de La Habana, envió a una antigua alumna residente en los Estados Unidos de América.
"The war is continuing its word of destruction. Captain-General Weyler's plan was to starve as many as he could and thus do away entirely with Cuban race. He has succeeded in killing thus hundreds of thousands, without exaggeration, by the compulsory law of concentration."
"Lately, some of older pupils discovered a place called 'Los Fosos,' which means "the ditches," because it is a low and marshy place. There over a thousand women, and children of both sexes, are living abandoned, unknown and starving. Many are perfectly naked; All are heaped up and smell! They have been there nearly two months. Of their number, fifteen to twenty or thirty die daily.
"At night there is no light, and in the morning the corpses and living are found together. "Our children of Mary are perfect heroines, but only the older ones can enter into this den where the Government has concentrated the country people for the purpose of making them die from the inanition. Their iniquitous plan is a great success. After having passed weeks without food, they are brought salt codfish or rice, and, in eating ravenously , they die".
"Now, we could fill books with the horrors of this place. It history will yet be written. Our children of Mary, their husbands and friends, and our good bishop with many of the clergy are hard at work trying to alleviate this of unheard-of misery. But it is almost impossible to aid so many. The Cubans are very charitable and generous, notwithstanding the poverty of every one. They are wonderful. They have stripped themselves of everything to cover the naked, for naked they are, and living together packed as are animals in transportation cars. Just so! Just so! Do you understand? Can you imagine worse? And the filth! It cannot be told! "
Integristas y
Autonomistas preferían la guerra contra los Estados Unidos y su secuela. con
tal de evitar el triunfo de los Mambises. Puede conjeturarse que la guerra
entre los EE.UU. y España fue un pacto imperial. Aunque no contaron con el
cabildeo de los que pretendieron desconocer.
La perfidia española viene dada por la siguiente carta que el genocida Weyler le escribió a su amigo y colaborador, el presidente del partido conservador, Francisco de los Santos Guzmán, que se la entregó al director del periódico Unión Constitucional, el vocero de los genocidas en la Isla, traducida al inglés por el corresponsal del diario The Sun, de New York, Honoré François Lainé que recibió una copia de manos de Francisco Díaz, un amigo, reportero de Unión Constitucional.
Madrid, January 8, 1898.
His Excellency DON FRANCISCO DE LOS SANTOS GÚZMAN.
HAVANA.
My distinguished Personal and political Friend:- Since the last events, I have changed my views about the attitude which our political party in Cuba ought to assume. I have thought before that it was more dignified to abstain from the electoral contest: I believe now it is a patriotic duty to us to go to the polls. Our success can not be doubted, neither can our majority of voters, nor that, with a program of defense of national honor , we will side by side with us all those lukewarm politicians who, though Spaniards by heart are deceived by the inside combinations of Moret and Sagasta and take as scientific solution of our colonial problems what are really dishonorable humiliations of our country before the United States. Write in your flag, the flag of Spain: "Defense of national honor," and I offer you my name as you candidate. After having commanded during two years 200,000 Spanish heroes in Cuba, the title I shall be more proud of is that of Deputy from Havana at the Cortes of Spain.
By the way, I have read these days that the Americans are thinking about sending one of their warships to that city. During my command in Cuba they did no even dare to dream about it. They knew the terrible punishment that awaited them. I have Havana harbor well prepared for such an emergency. I have finished the work that Martinez Campos carelessly abandoned.
If the insult is made, I hope that there will be a Spanish hand to punish it at terrible as it deserve. Romero is in better health than his friends could have expected, an notwithstanding how morally sick I feel breathing this humiliating atmosphere, is well, also, your affectionate friend and servant,
VALERIANO WEYLER
A las 09:40 de la
noche del 15 de febrero de 1898, el Maine fue volado en la Bahía de La
Habana.
Después de leerse
esta carta, podemos considerar que el informe de la Comisión del Gobierno de
los Estados Unidos que investigó el hundimiento del Maine, no estuvo
descarriada en su informe, aunque 75 años más tarde el Almirante Rickover
tuviese sus dudas.
NOTA: Las carta de la Superiora del Convento del Sagrado Corazón en La Habana, y la de Weyler fueron publicadas en "History of Our War with Spain, including The History of Cuba" by Henry B. Russell. Hartford,Conn. A.D. Worthington & Co., Publishers. 1898.
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